La odisea de Fati Fabra para ganar la Queens League Oysho con xBuyer Team

Cuanto más grande es el esfuerzo, mayor suele ser la recompensa. La guardameta de xBuyer Team, Fati Fabra, tenía el sueño de ser campeona de la Queens League Oysho con la camiseta de las macarras. Tanto creyó en el equipo, que no dudó en recorrerse 1.600 kilómetros semanales para acudir a los entrenamientos y jornadas de partido. Viajes de madrugada, cenas en el coche y muchas horas dedicadas al escudo. Un sacrificio que fue premiado, el 20 de abril, con el título que tanto ansiaba.

La portera de xBuyer Team, afincada en Deltebre, ha recorrido cuatro veces por semana los 200 kilómetros que separan a su pueblo de Barcelona. 200 de ida y 200 de vuelta. Algo que, multiplicado por cuatro, da el resultado de 1.600 kilómetros semanales a lo largo del último año, desde que fue seleccionada para formar parte de la plantilla macarra.

Todo sacrificio conlleva una recompensa

«Ha sido duro, la verdad. Decisiones difíciles en su momento, un gasto importante en cuanto a diésel, coche y tiempo sobre todo. Pero ha valido la pena», asegura. «Ahora, cuando empecemos el siguiente Split, tendré que volvérmelo a plantear y ver si existen alternativas. Pero lo hago porque quiero y porque me gusta», destaca la jugadora, pieza clave en el éxito reciente de xBuyer Team.

Estudió alternativas como venirse a vivir durante un tiempo a Barcelona, pero le salía más a cuenta a nivel económico seguir viviendo en Deltebre. «Me he gastado aproximadamente unos 450 euros al mes en diésel. El problema es que tengo el trabajo aquí, en mi pueblo, y aunque miré de vivir en Barcelona, una habitación allí o en los alrededores me salía más cara que vivir sola aquí, en Deltebre», explica.

¿Seguirá unido el bloque de xBuyer Team?

Sea como sea, la consecución del Split 2 de Queens es un premio al esfuerzo realizado. Lo que espera Fati Fabra, una vez se reanude la competición, es que la plantilla de xBuyer Team no se disperse a raíz del Draft y del mercado de fichajes de finales de año. «Ahora mismo creo que vamos a seguir casi todo el bloque, pero en diciembre cuando se abra el mercado… Supongo que habrá cambios», pronostica.

Por su parte, está convencida de su deseo de continuar defendiendo la elástica macarra. «Yo estoy muy contenta con el equipo, con el cuerpo técnico. Y es muy tópico decirlo después de ganar el trofeo, pero la verdad es que hemos sido una piña, una familia en las buenas y sobre todo en las malas». Los próximos meses determinarán si esa familia sigue unida, o no, en vísperas del tercer Split de la Queens.